10 de Abril 2015
¿Y AHORA QUE… SEÑOR MINISTRO?
Después de escuchar y leer las
declaraciones del único superviviente del Atlas, podrá Ud. seguir defendiendo
lo indefendible y sobre todo, después de sus desafortunadas declaraciones iniciales,
excusando lo inexcusable y defendiendo lo indefendible, "por falta de información"
decía Ud. algo que es habitual en nuestros políticos... ¿podrá Ud. seguir durmiendo
tranquilo?
Es una vergüenza y una vez más
estamos más cerca del tercer mundo que de Europa, y no por los ciudadanos, sino
por sus dirigentes.
La indignación es tal que no salen
las palabras, solo la rabia, la impotencia y la resignación, que sin duda las
familias de los dos muertos y sobre todo tras lo oído y leído, nunca podrá ser
perdonado…
Espero que de alguna forma, si es que
existe conciencia, esa conciencia pase factura de forma indefinida por dejadez,
negligencia, connivencia y sobre todo defender algo que es indefendible, y la pase de por vida, esa que se perdió en el Atlas por partida doble, por la ineptitud de ambos lados.
Cuando hay vidas humanas en juego, ni
la diplomacia, ni los paños calientes pueden ser excusa, ante el complejo de inferioridad
y la prepotencia de quien no se dejó ayudar a resolver una situación, que
sabiendo como la gastan Uds. sin duda que pasara lo que pasara ellos saldrían
bien parados…
… pero se perdieron dos vidas…
E insisto, con amigos como esos,
¿para qué necesitamos enemigos?
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